viernes, 15 de octubre de 2010

La mariposa nocturna

Brillaba hermosamente contra la bóveda negra del cielo. El otoño trajo la mariposa de colores. El niño, en la ventana, miraba como en el jardín la mariposa destellaba para él. Lo envolvían la fluorecencia del naranja, el rojo, el verde; lo maravillaba la intensidad del morado, del rosa...
Luego de un rato, la mariposa apagó las luces y cambio al color ocre y, mostrando su verdadera forma oval, se elevó vertiginosa al centro del negro corazón nocturno.
Muy tarde, el niño alzó los ojos.

No hay comentarios: