jueves, 31 de marzo de 2011

Noche de presagio

El verano se estremece en sueños. No nace todavía, pero sus estertores agitan el olor de los jardines. Tras la bugambilia las sombras de la noche cansada; noche de grillos y rumores. Estoy en mi cama y poco a poco duermo y sueño... sueño con llamativos cometas y con mi madre que sonríe, con mi padre que me mira desde una altura inusitada. Vienen a mí recuerdos entremezclados de mi vida aquí y de mi vida allá. No puedo atrapar ni en sueños mi verdadera existencia. No sé si las cometas son reales o si mis padres tienen en verdad esos rostros. Pero, por ahora, es lo que tengo... duermo en mi cama, que se entibia por la brisa de presagios que entra lentamente por la ventana. No sé si quiero saber quien soy.

jueves, 10 de marzo de 2011

Apenas el verano

Es de noche y los jardines comienzan a despedir un olor a flores. El cielo luce negro y ostenta sus diminutos brillantes azules, azules. Alguien se hallaba muy alto, abajo, yo en uno de los porches conversando lentamente con los grillos. Yo sonreía, pues un poco más tarde me iría a la cama y dormiría soñando con soles distantes y polvo estelar formando figuras imposibles.
Por ahora, seguiré aspirando el verano que, aunque no inicia oficialmente, despide la fragancia de lloviznas lejanas. Aquí me quiero quedar.