jueves, 10 de marzo de 2011

Apenas el verano

Es de noche y los jardines comienzan a despedir un olor a flores. El cielo luce negro y ostenta sus diminutos brillantes azules, azules. Alguien se hallaba muy alto, abajo, yo en uno de los porches conversando lentamente con los grillos. Yo sonreía, pues un poco más tarde me iría a la cama y dormiría soñando con soles distantes y polvo estelar formando figuras imposibles.
Por ahora, seguiré aspirando el verano que, aunque no inicia oficialmente, despide la fragancia de lloviznas lejanas. Aquí me quiero quedar.

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