viernes, 30 de diciembre de 2011

Deseos

En la oscuridad del cielo de agosto, la nave permanecía inmóvil. Abajo, kaa Eel corría por la calle pavimentada todavía caliente de verano. Trás él, varios terrestres lo seguían pidiéndole que se detuviera... Querían verlo, deseaban que fuera alguien que creían haber reconociso en él. Kaa Eel corrió y corrió; fialmente, el rayo luminoso lo elevó. Los terrestres se quedaron mirando ansiosos la publida nave. Otros vecinos llegaron presurosos; preguntaban por la persona que anda por el lugar, creían que era este o aquel, el primo, el tío, el padre...

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